Erdogan busca apoyo internacional para aniquilar a sus enemigos

“Estamos combatiendo terroristas, y hacemos lo mejor posible para no generar bajas civiles” declaró el primer ministro turco Ahmet Davutoglu tras conocerse el asesinato de decenas de personas en Cizre, ciudad situada en el sureste de Turquía, en la frontera con Siria y cerca de Irak. Cizre lleva semanas bajo una campaña de las fuerzas de seguridad turcas contra militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). La propia cadena televisiva estatal dio cuenta del suceso. Como suele suceder en estos casos el justificativo principal es que se trataba de terroristas, y el número es puesto en duda. Por su parte, el Partido Democrático del Pueblo (HDP), denunció tanto en el parlamento turco a través de su co-presidente Selahattin Demirtas, como a nivel internacional con enviados a Washington y Moscú, que se trató de una masacre contra civiles heridos, que el gobierno de Ankara es incapaz de revelar.

Erdogan-Chile-mandataria-Michelle-Bachelet_LPRIMA20160131_0073_24Es interesante señalar que el gobierno de Erdogan se empeña tanto en ocultar las acciones concretas que realiza contra su propia población y en apoyo al Estado Islámico (Daesh por su acrónimo en árabe), como en justificar estos ataques y buscar el consenso internacional. Erdogan no puede hablar de 60 muertos en Cizre, pero sí en reclamar la necesidad de limpiar la zona de terroristas como primer paso definitivo hacia la resolución de los conflictos regionales y el establecimiento de los refugiados. Del 31 de enero al 4 de febrero, emprendió una gira por Chile, Perú y Ecuador, en la que tuvo la posibilidad de alternar con sus pares y de brindar distintos tipos de exposiciones. Fue la primera visita de un jefe de estado de Turquía a Perú y Ecuador, y en Chile la primera luego de 21 años, en coincidencia con el 90 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.

Para evidenciar el carácter autoritario de Erdogan bastaría con señalar las movilizaciones en su contra en cada lugar donde se presentó durante la gira, y el ataque de su seguridad personal contra los manifestantes en suelo latinoamericano, lo que le valió la protesta del canciller ecuatoriano Ricardo Patiño. Sin embargo, destacamos la Conferencia Magistral que brindó en la CEPAL, en Chile, el 1ro de febrero, donde fue recibido por la Secretaria Ejecutiva, Alicia Bárcena, y con la participación del Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz. Compartimos fragmentos de sus intervenciones que expresan cuál es su visión y su programa.

“En Turquía, en toda la historia de su vida, hemos intentado llegar a todos los que nos han pedido ayuda, hemos intentado ayudar como nación, y en esas ayudas no hemos hecho distinción de religión, raza o creencias. Hoy en día estamos partiendo de esa misma sensibilidad, por  todas partes del mundo y llevamos a cabo acciones de ayuda humanitaria” sostuvo Erdogan, quien continúa criminalizando el reconocimiento del genocidio contra el pueblo armenio, por ejemplo.

Luego de vanagloriarse del estado de sus campos de refugiados en la frontera con Siria, afirmó que ha sostenido conversaciones con Putin, Obama, con los países de la Unión Europea y con todos los líderes del G20 para crear una ciudad en su parte norte. “Nosotros somos un país potente en la construcción,  buscamos países donantes, vamos a conseguir apoyo, podemos construir edificios, viviendas, tanto para los que están en Turquía, como los que están en Siria. Vamos a darles sus colegios, sus hospitales, sus viviendas y les vamos a dar trabajo. Pero primero hay que limpiar esa zona de terrorismo”. Para quienes vienen sufriendo la violencia y la represión de la administración de Erdogan queda clara la interpretación que hace del término «limpieza».

Ahora bien, ¿cómo concibe Erdogan la lucha contra el terrorismo?. “Nuestro país está luchando dentro del Foro Global Contra el Terrorismo, hemos sido copresidentes con EE. UU., uno de los principales en esta lucha. No hay que distinguir entre el terrorismo, no hay que decir “uno es bueno, otro es malo”. El Estado Islámico es una organización terrorista y si estamos luchando contra ellos, no podemos decir que si la organización «A» también lucha contra ellos es buena, y si «B» por ejemplo lucha contra otra organización terrorista es mala. Es igual. Todas son bandas terroristas. No podemos hacer distinción de una a otra, su objetivo es el mismo”. Inmediatamente explicitó a quiénes se refiere: a EE.UU. y la Unión Europea, que no consideran terroristas a las organizaciones kurdas que operan en Siria y combaten al Estado Islámico como las Unidades de Protección Popular (YPG) y el Partido de la Unión Democrática (PYD). Nuevamente remarcaría esta cuestión el 10 de febrero en un discurso público en Ankara: “¡Hey, Estados Unidos, como nunca los reconocieron (como terroristas) la región se convirtió en un baño de sangre!”.

Erdogan extorsiona a sus aliados con el factor de los refugiados para obligarlos a quitarles su apoyo a los kurdos de Siria (que combaten al Daesh) y orientar los esfuerzos en derrocar a Bashar Al-Assad. Erdogan intenta matar dos pájaros de un tiro: conseguir fondos para «resolver el problema de la migración de refugiados hacia Europa», a cambio de luz verde para aniquilar a sus enemigos en la región. Su rol como anfitriona en la Cumbre Humanitaria de la ONU es la de buscar apoyos para legitimar y consolidar su posición, y su gira por Latinoamérica se enmarca en ese objetivo. Los mandatarios de una región que se ha esforzado por la resolución pacífica de los conflictos no pueden ser ni testigos ni cómplices de las maniobras del presidente de una potencia regional que aspira a la destrucción completa de sus enemigos dentro y fuera de sus fronteras.