Compartimos la nota publicada en el Diario ARMENIA
Ahora bien, a través de décadas de lucha en Argentina, y especialmente desde el regreso de la democracia en 1983, el genocidio contra los armenios ha sido reconocido por los tres poderes del Estado. Asimismo, nos hemos habituado a que los 24 de Abril en mayor o menor medida los medios masivos otorguen un espacio. Es ese espacio ganado el que nos impulsa a ir por más. El desafío actual no es lograr solamente que en la Argentina visualice que el pueblo armenio pide justicia por un crimen casi centenario, si no que exigimos el fin del negacionismo al Estado turco, porque lo consideramos su continuación.
La noticia siempre vigente es que el Estado turco niega un crimen que cometió en el pasado, alentando crímenes en el presente. Y esta negación solo la puede lograr impidiendo el desarrollo pleno de la libertad de prensa. Recordemos que la ONG Reporteros Sin Fronteras caracterizó a Turquía como “la cárcel para periodistas más grande del mundo”. Recordemos el uso de la justicia y de organizaciones criminales para atacar a intelectuales y periodistas ciudadanos turcos, sin distinción de origen, como fueran el premio Nobel de literatura Orhan Pamuk y, recientemente, Seván Nisanyan.
Recordemos a Hrant Dink
Hrant Dink fue un periodista de origen armenio en Estambul. Desde el semanario bilingüe Agós denunciaba, entre otras cosas, lo ocurrido contra los armenios, los griegos, los asirios, los judíos y los kurdos en Turquía. Acumuló en vida procesos judiciales y amenazas, y aún así no claudicó en el ejercicio de su profesión. Su asesinato, el 19 de enero de 2007 a la salida de su trabajo, es la lamentable ratificación de que el negacionismo es un crimen que habilita a otros, y que no podemos pensar en el genocidio como un hecho del pasado. Sus notas afectaban intereses demasiado grandes como para que su vida continuara.
Por este motivo el CNA, desde 2007, bautizó a esta distinción al periodismo argentino como “Hrant Dink”. Quienes colaboran desde los medios con la Causa Armenia, contribuyen, en cierto modo, a continuar su tarea.
Como la lucha por la memoria del genocidio contra los armenios no se diluye en su conmemoración como un lejano y nefasto hecho histórico, sino que es vivida como una búsqueda de justicia en el presente, los periodistas ocupan un lugar destacado en esta batalla cotidiana.
Es por eso que el CNA apuesta a que su aporte nunca sea olvidado, y los distingue con el “Hrant Dink”.
Director de Política Institucional del CNA-Buenos Aires
Distinciones entregadas en los años anteriores
2001 Jose Ricardo Eliaschev y Enrique Vázquez
2002 Alfredo Leuco y Liliana López Foresi
2003 Víctor Hugo Morales y Osvaldo Bayer
2004 Román Lejtman y Marcelo Cantelmi
2005 Fabián Bosoer y Pasquini Duran
2006 Eduardo Aliverti y Andres Repetto
2007 Claudio Fantini y Cristian Sirouyan
2008 Fernando Bravo y Pedro Brieger
2009 Mariano Saravia y Ariel Crespo
2010 Juan Bedoian y Olga Cosentino
2011 Martín Granovsky y María O’Donnell
2012 Thelma Luzzani y Juan Sasturain