Con motivo de conmemorarse este año el 95º Aniversario del Genocidio Armenio cometido por el Estado turco entre 1915 y 1923, resulta importante generar un espacio donde puedan difundirse en idioma castellano trabajos que profundicen hacia un desarrollo analítico en el campo del estudio sobre genocidios, con el objetivo de aportar a una reflexión tanto teórica como política de este delito de lesa humanidad que continúa siendo un flagelo irresoluto que aún se cobra millones y millones de vidas.
Al delito de genocidio como sucede en el caso del sufrido por el pueblo armenio lo acompaña el negacionismo, una política desarrollada por el perpetrador con el fin de ocultar o negar el crimen cometido para eludir responsabilidades y castigos. El Estado turco durante décadas ha perfeccionado esta estrategia para la banalización y trivialización de los hechos históricos.
Para lograr que desaparezca la impunidad en el mundo y detener a aquellos individuos que planean cometer conductas indebidas, es fundamental el valor de la memoria y su transmisión a las generaciones venideras, ya que será a través de ella como se reconocerá cuales son los actos que atentan contra el ser humando y poder así evaluarlos y prevenirlos. El perpetrado debe saber que su accionar no será ignorado, sino que se juzgará y tendrá su condena.
La memoria de un pueblo es el puente más sincero con las nuevas generaciones y es un vínculo con el futuro, siendo esta una de las garantías para que no vuelvan a suceder actos tan aberrantes.
Consideramos que ha habido avances en lo normativo, sin embargo visualizamos grandes dificultades en establecer mecanismos eficaces y seguros de prevención de genocidios. Esperamos que estas herramientas conceptuales sean útiles y representen un valido aporte para profundizar la discusión sobre esta problemática en el ámbito educativo, académico y en la opinión pública
El 24 de abril de 1915 comenzó el exterminio de más de 1.500.000 armenios, planificado y ejecutado por Turquía durante los años 1915-23. El hecho ha sido reconocido y tipificado como genocidio por organismos internacionales tales como Naciones Unidas, el Parlamento Europeo y el Parlamento del Mercosur; por parlamentos de distintos estados de Europa y América; y por prestigiosas entidades tales como el Tribunal Permanente de los Pueblos y el Consejo Mundial de Iglesias. De hecho, la creación misma del término genocidio, por el jurista polaco Lemkin, tuvo como antecedente las matanzas de armenios.
La Primera Guerra Mundial sirvió de escenario para que las autoridades turcas pudieran llevar a cabo la “limpieza étnicaâ€. En todas las localidades habitadas históricamente por armenios se repitió el mismo plan sistemático, primero el arresto y luego el asesinato de líderes e intelectuales, luego el arresto de los jóvenes de más de 15 años y finalmente la deportación de todo el pueblo, ancianos, mujeres y niños hacia el desierto donde murieron de inanición y por los malos tratos a los que eran sometidos.
En conmemoración del Primer Genocidio del S. XX, perpetrado contra el pueblo armenio, el 11 de Enero de 2007 el Congreso de la Nación sancionó la Ley 26.199, que declara al 24 de abril como «Día de Acción por la Tolerancia y el Respeto entre los Pueblosâ» en conmemoración del genocidio de que fue víctima el pueblo armenio y con el espíritu de que su memoria sea una lección permanente sobre los pasos del presente y las metas de nuestro futuro ( Art 1.)