Un médico estadounidense en Turquía

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Ussher, Clarence D. «Un médico estadounidense en Turquía». Editorial Diario Armenia, Buenos Aires, 2014

“El genocidio turco pretendió que la nacionalidad armenia se derritiera y cediera paso a la nueva nacionalidad turca: destruyó partes irreparables de la cultura de la Humanidad, su acervo espiritual, provocó la distorsión psicosocial en los refugiados, y está en contumacia ante la opinión pública universal que la emplaza a rendir cuenta de su crimen”

Prólogo del Dr. Pascual Ohanian al libro “Alemania y Armenia 1914 1918. Compilación de Actas Diplomáticas!, del Pastor Johannes Lepsius, de nacionalidad alemana.

El Doctor Ussher fue testigo presencial y víctima del genocidio de los armenios planificado antes del comienzo de la Gran Guerra iniciada en 1914, en el mundo absurdo que les tocó vivir a nuestros antepasados.

En octubre de 1910, en un cónclave celebrado en Salónica, Talaat Pashá, Ministro del Interior, informó que el gobierno había decidido el exterminio de los “infieles” residentes del Imperio Otomano. Las autoridades prepararon un plan con versículos ateos ajenos al Corán y al Islam. Matar en el nombre de Dios es el más inexcusable de todos los crímenes.

El distractor telón de fondo de la Gran Guerra fue el perfecto disparador para el desarrollo de ese plan que con breves intervalos se extendió desde abril de 1915 hasta 1923.

El lector podrá emocionarse con la vocación y sacrificio de muchos hombres y mujeres que dedicaron sus vidas para proteger a los armenios; incluso turcos que resistieron al plan genocida con perjuicio de sus bienes, condición social y aún la pérdida de sus vidas.

“También murieron muchos soldados turcos”, dicen algunos. Es verdad. Turquía entró en la guerra en noviembre de 1914. Sus soldados murieron durante la guerra contra Francia, Inglaterra, Rusia, Italia y los Árabes. Estados Unidos se incorporó a partir de abril de 1917. Los criminales y negacionistas conviven con la misma impostura.

Al término de la guerra, Ussher regresó en 1919 a Turquía que se había rendido en octubre de 1918. Las nuevas autoridades turcas iniciaron los juicios son severas condenas a sus propios criminales de guerra. Algunos alcanzaron a huir. Sin embargo, pronto se desvanecieron las esperanzas mencionadas en el último capítulo de su libro. Turquía tenía una ubicación estratégica como barrera contra Rusia. Por “Razones de Estado” y la moral del bolsillo de las potencias victoriosas, los crímenes de guerra y las masacres de armenios, sirios y coptos cristianos y las promesas de preguerra, en la postguerra pasaron a ocupar un lejano espacio en la tierra del olvido.

Este libro conmovedor fue escrito por Ussher en el año 1917, con los recuerdos frescos de los acontecimientos. No es sólo un libro de historia, sino un minucioso documento que nos recuerda la ilimitada capacidad destructiva del mal, pero simultáneamente el heroísmo del pueblo armenio, de algunos turcos y kurdos, de los misioneros; hombres y mujeres que entregaron sus vidas para servir a sus semejantes, y obedecer el mandato de Jesucristo de ser testigos del Evangelio hasta lo último de la tierra.

Dr. Eduarrdo Bedrossian

“Cuando un hombre no es perseguido por sus creencias, no resulta fácil saber lo que cree” Jean Guitton

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