La comunidad armenia de la República Argentina manifiesta su profunda preocupación y rechazo a la persecución política que está llevando a cabo en Turquía el régimen del presidente Recep Tayyip Erdogan contra dirigentes y medios opositores a su gobierno. Esta situación se ha agravado tras el fallido intento de golpe de Estado de julio pasado –cuyos pormenores no han sido aún del todo esclarecidos– y ha llegado a un punto extremo la semana pasada con la detención de doce diputados del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), dos alcaldes de Diyarbakir y nueve periodistas del diario Cumhuriyet (sumando un total de 142 periodistas arrestados desde julio), coincidentes en una visión crítica hacia el autoritarismo de Erdogan.
Este sesgo tiránico del gobierno turco no se limita a políticos y periodistas opositores, sino que está afectando al conjunto de la población, ya que se ha restringido el acceso público a internet y a las redes sociales.
El accionar autoritario y la coartación de la libertad de expresión ya forman parte de una conducta sistemática del gobierno de Erdogan y configuran un panorama que se está tornando seriamente preocupante para las minorías de la región, de las que forman parte los armenios que viven allí.
Garo Paylan, diputado de origen armenio en el parlamento turco en representación del HDP, comparó la situación actual que se vive en aquel país con el arresto de políticos e intelectuales armenios el 24 de abril de 1915 por parte de las autoridades del imperio turco-otomano, hecho que dio inicio al Genocidio Armenio que provocó un millón y medio de víctimas. “Hoy es 24 de abril de 1915”, señaló Paylan luego de la detención de los parlamentarios del HDP.
Advertimos sobre la grave situación que se está viviendo en Turquía. Exigimos la inmediata liberación de todos los políticos y periodistas arrestados y llamamos al gobierno argentino a adherir a las condenas internacionales como las de la Organización de las Naciones Unidas y la Unión Europea, y pronunciarse firmemente en contra de las persecuciones y las restricciones a la libertad de expresión del gobierno de Erdogan para evitar las consecuencias desastrosas que se generaron después de cada giro autoritario en el país, como demuestra su historia más reciente.