En la medida en que Turquía continúe su histórica política negacionista, indudablemente encontrará resistencias al desarrollo de sus iniciativas que contengan algún componente estatal, sea en el ámbito académico, cultural, periodístico, político o deportivo.
Por tratarse de River Plate este caso despertó un particular interés en la sociedad argentina, pero no resulta una novedad. Lo que es sorprendente es que una figura como el presidente del club, Rodolfo D´Onofrio, intente legitimar la situación amparándose en la opinión de un descendiente de armenios que fuera directivo del mismo, o en las operaciones de Aeropuertos Argentina 2000. Su debate con la armenidad en abstracto y con aquellos que él elige es sumamente irrespetuoso de las instituciones que expresaron públicamente su posición.
Salvo honrosas excepciones, los medios masivos están exponiendo el caso como si el reclamo armenio fuera entendible pero ingenuo, sin notar que al poner el tema sobre la mesa el Estado turco vuelve a enfrentarse con su pasado.
Ingenuo es pensar que sin la lucha por justicia y reparación pueda existir un cambio de condición para la Causa Armenia
Nicolás Sabuncuyan
Director del Consejo Nacional Armenio de Argentina