El 21 de septiembre de 1991, la población de la República de Armenia a través de un referéndum votó a favor de proclamar su independencia de la Unión Soviética. En el día de la fecha se conmemora el 30° aniversario del restablecimiento del Estado armenio libre e independiente, sobre las bases de la República de 1918, constituyendo un paso más en la concreción de los derechos.
La decisión política es consecuencia de dos factores: primero, el rechazo de Moscú a satisfacer la demanda pacífica y constitucional de los armenios de la entonces Región Autónoma de Nagorno Karabaj, quienes el 20 de febrero de 1988 solicitaron separarse de la República Socialista Soviética. El segundo factor que llevó al inicio del proceso de la proclamación de la independencia se vincula con la firme convicción de una inevitable caída e implosión de la Unión Soviética. Dentro del movimiento popular que había empezado con el pedido de revisión del status de Nagorno Karabaj, el debate giraba en torno de la prioridad a la lucha de liberación nacional en Karabaj o la movilización por la independencia.
El 30º aniversario de la independencia de la República de Armenia es un llamado a la reflexión. Sin lugar a dudas estamos atravesando uno de los momentos políticos e históricos más complejos y críticos post declaración de la independencia. La presencia de soldados azerbaiyanos establecidos en los límites internos de Armenia pone de manifiesto la gravedad de la situación. Al mismo tiempo, las consecuencias de la guerra de los 45 días emprendida unilateralmente por Azerbaiyán con el respaldo directo de Turquía pusieron en jaque un conjunto de elementos fundamentales para la supervivencia de nuestra nación. En la actualidad la República de Armenia enfrenta importantes desafíos internos y externos en materia de seguridad, estabilidad política, soberanía, autonomía, integridad territorial, desarrollo y crecimiento económico.
En ese sentido desde el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica consideramos fundamental trabajar por el fortalecimiento del Estado Armenio el cual debe bregar con máximo esfuerzo por los intereses de su pueblo, en la defensa de sus derechos a efectos de garantizar y afianzar su futuro en forma estable y digna. A su vez, se debe seguir profundizando y consolidando el sistema democrático sin ningún tipo de sometimiento e imposición externa. Por último, en todo este proceso una diáspora fuerte con identidad propia que trabaje conjuntamente con el Estado Armenio es una de las piezas esenciales para el desarrollo y superación de las dificultades y amenazas que enfrenta nuestra nación.
Consejo Nacional Armenio de Sudamérica
22 de septiembre de 2021