Minutos después de las 18 horas, con la conducción de la reconocida periodista Magdalena Ruiz Guiñazú, comenzó la ronda de los destacados expositores. En primer término habló el Ing. Mario Nalpatian, integrante del Buró de la FRA-Tashnagtsutiún y del Consejo Nacional Armenio (CNA) mundial. Describió a grandes rasgos la acción que desarrolla el CNA en Armenia y en la Diáspora para afianzar la larga lucha por la Cuestión Armenia, solidarios con las demandas de otras naciones en peligro.
El embajador Albino Gómez mencionó el valor del Informe Whitaker, que rompió con el hermetismo que rodea a las llamadas “razones de estadoâ€. Este libro arroja luz sobre la aprobación de dicho Informe en las Naciones Unidas, y los engranajes de la diplomacia internacional. Es, prácticamente, un ensayo sobre las perspectivas de cómo abrir un camino de justicia -dijo- para el genocidio armenio que conoce desde 1965.
La Prof. Belela Herrera, ex vicecanciller del Uruguay, contó, con mucha emoción, las riesgosas tareas del Dr. Despouy que cumplió el Dr. Despouy para defender a los perseguidos y exiliados sudamericanos en Europa, incluyendo el Tribunal Russel. La Sra. Herrera destacó, con lógico orgullo, el hecho de que Uruguay haya sido el primer estado en aprobar una ley de reconocimiento del genocidio armenio, mereciendo un fuerte aplauso de la audiencia. Mencionó a Lilian Kechichian, por ser la primera legisladora armenia mujer, del Uruguay, y las innumerables tareas de Despouy.
El Dr. Khatchik Der Ghougassian, recopilador del libro, dijo que el objetivo era documentar el triunfo logrado a favor del reconocimiento y ampliar la reflexión sobre el genocidio. Dos hechos muestran como Argentina apoyó esta demanda: el reconocimiento del Dr. Alfonsín y la ley promulgada por el Dr.Kirchner, ambos durante el ejercicio de su mandato.
Fabián Bosoer perfiló el aporte del Dr. Despouy con su aporte al derecho humanitario y a la lucha por los derechos humanos. La lucha de Lemkin, creador de la palabra genocidio, aparece también en la demanda por el derecho a la verdad. La década pasada, buscando la vigencia del derecho internacional, valorizó el rol del concepto jurídico y de la insistencia en los reclamos armenios.
Florencia Teruzzi reconstruyó las circunstancias que rodearon al tratamiento del Informe Whitaker en la ONU. Lejos de intentar inventar un héroe, los hechos descriptos son de tal realidad que no necesitan de ficciones. En la década del 70, sonaban en Sudamérica las secuelas del plan Cóndor y otras conspiraciones contra las sociedades regionales.
Juan Gabriel Tokatlian habló de las actividades de la Asamblea Interinstitucional Armenia, con la visión estratégica del Dr. Gregorio Hairabedian. En su capítulo se perciben las expectativas ancestrales de sus antepasados armenios. El negacionismo está alcanzando hoy niveles superlativos de silenciamiento de los genocidios, que se impone en todos los niveles. Una coalición de vulnerables puede ser una solución, para recuperar el sentido de la palabra genocidio que sigue amenazando el porvenir. La crisis económica internacional es un llamado de atención por los posibles peligros nuevos.
Para finalizar el Dr. Leandro Despouy dirigió unas palabras a los presentes, muchos de ellos amigos e incansables defensores de los Derechos Humanos en nuestro país y en la región.
Recordó lo que fue un hito para la lucha del pueblo armenio, el informe Whitaker presentado en la Subcomisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en agosto de 1985 donde luego de siete décadas de olvido y silencio , la masacre de los armenios fue reconocida de manera internacional.
La obra recupera la labor de este grupo de juristas encabezados por Despouy, que se convertirían en artífices del derrumbe de la política negacionista del Estado turco.
Mencionó su paso por el Tribunal Russell (Bruselas 1975) donde conoció a Julio Córtazar y lo acompañó en la denuncia de las violaciones a los Derechos Humanos que se estaban cometiendo durante el terrorismo de Estado en la Argentina.
Además de estos temas, el relato incluye la palabra de Despouy, algunos aspectos de la trayectoria a favor de la vigencia de los Derechos Humanos y sus reflexiones sobre el derecho a la verdad en el contexto del Genocidio de los armenios.
La publicación de este libro, es un aporte a la tarea de esclarecimiento de crímenes de lesa humanidad, cuyo ocultamiento sólo sirve para mantener la impunidad de los responsables y para profundizar el dolor de las víctimas y sus descendientes.