El Consejo Nacional Armenio de Sudamérica celebra el desarrollo del juicio realizado en Guatemala al ex general José Efraín Ríos Montt, quien gobernó de facto Guatemala entre abril de 1982 y agosto de 1983, por el genocidio cometido contra la etnia maya-ixil durante ese período. para la justicia, el dictador guatemalteco fue el responsable de la planificación y ejecución de campañas y operaciones que acabaron durante su gobierno con más de un tercio de hombres, mujeres y niños de este pueblo originario. Cerca de cien testigos declararon ante el tribunal y expusieron los horrores vividos durante esta dictadura, que torturó, masacró y llevó adelante desapariciones de personas de manera sistemática, incluyendo entre sus prácticas habituales todo tipo de vejaciones a las mujeres y niñas maya-ixil.
Desde el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica nos parece sumamente importante que el Tribunal A de Mayor Riesgo haya condenado a Ríos Montt por genocidio. Frente a las presiones, las medidas cautelares y los discursos que insisten en no considerar a las muertes de ese período como un genocidio sino como muertes ocurridas en el contexto de la lucha contra la guerrilla, los jueces optaron valientemente por inscribirse en una trama de procesos por la verdad y la justicia que, con las particularidades de cada país, avanza en América Latina en la última década. Resulta alentador que frente a las atrocidades cometidas por los diferentes gobiernos dictatoriales entre 1970 y 1980, que actuaron en muchos casos de manera coordinada y conjunta, la región avanza en las condenas a sus máximos responsables, a través de mecanismos judiciales que garantizan el debido proceso.
Asimismo, a partir de este juicio histórico se abre un camino de justicia para la etnia maya-ixil y para la sociedad en general. No solamente por la condena al máximo responsable del genocidio, sino también por la convocatoria por parte del tribunal a una audiencia para el 13 de mayo“para establecer lo relativo a la reparación de las víctimas”. Según consta en el veredicto, los relatos de los testigos del genocidio en todos los casos concluyeron con “el clamor por que se les haga justicia y la exigencia de que estos hechos no se vuelvan a repetir”. Como argentinos descendientes de armenios, creemos que la única forma de que ese anhelo se realice es a través de la memoria, la verdad y la justicia, y no de la negación y el olvido. El juicio contra el genocida Ríos Montt es un avance en la lucha de los pueblos por la paz y el respeto de los derechos humanos.
Buenos Aires, 13 de mayo de 2013