En la noche del miércoles 17 de junio se realizó la ceremonia de apertura del 16° Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos en el Teatro Nacional Cervantes. Organizado por el Instituto Multimedia DerHumALC y auspiciado por Abuelas de Plaza de Mayo,Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y la Fundación Consejo Nacional Armenio, se desarrolla hasta el 24 de junio y tiene como lema “EnREDando, identidades en contacto”. Esta edición cuenta con un Foco Armenio, y una de las sedes es la Asociación Cultural Armenia, en cuya fanpage puede consultarse diariamente su programación.
Con la periodista Gabriela Borrelli oficiando como maestra de ceremonia, hicieron uso de la palabra Carlos Pisoni, subsecretario de Promoción de Derechos Humanos de la Nación, Florencia Santucho, directora del Festival, Carolina Karagueuzian, directora del CNA de Buenos Aires y miembro del jurado, el juez federal Daniel Rafecas, Vera Jarach de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Asimismo, fueron distinguidos la periodista Liliana Hendel por sus diez años como presentadora del Festival y Fabián Salvioli, presidente del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas. La actriz Lidia Catalano, de Teatro x la Identidad, el dúo de percusión y danza santiagueña de Roque Herrera y Ximena Manzi, junto a Peteco Carabajal estuvieron a cargo de los números artísticos.
La sala principal del Cervantes, “María Guerrero”, estuvo colmada de representantes de organizaciones de Derechos Humanos, de organismos estatales, miembros del ámbito audiovisual nacional e internacional, junto a delegaciones comunitarias y diplomáticas de los focos de esta edición del festival, armenio, Medio Oriente, nórdico y del país invitado, Chile. Entre ellos, se encontraban la actriz y presidenta de la Asociación Argentina de Actores, Alejandra Darín, Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, el subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Ciudad de Buenos Aires,Claudio Avruj, Alfonso Tabakian, director del CNA de Sudamérica y Julio Santucho, presidente del Instituto Multimedia DerHumALC.
Gabriela Borrelli realizó una introducción y cedió la palabra a Carlos Pisoni quien destacó la «batalla cultural» que da la sociedad civil con iniciativas como el festival porque «lamentablemente en Argentina se siguen violando los derechos humanos». «La violencia institucional, la trata de personas, la violencia de género son deudas pendientes. Este festival da reflejo de eso».
Luego de la proyección de un corto sobre “Sub” una cooperativa de fotógrafos que trabajó en el armado del catálogo del festival, Florencia Santucho tomó la palabra y subrayó: «Generamos un espacio de reflexión y encuentro en torno al cine como derechos humanos, pero también como red, plataforma, que nos propone un empoderamiento individual a través de los espacios de construcción colectiva». También detalló las distintas propuestas de esta edición, que tratará sobre género, pueblos originarios, medioambiente, migración, memoria, juventud, educación, deporte y derechos humanos. Asimismo, destacó que se presentarán 112 películas de 39 países en un total de once sedes, como la Biblioteca del Congreso de la Nación, el Centro Cultural Rojas, la Asociación Cultural Armenia y el Centro Cultural Haroldo Conti.
A continuación fue proyectado un corto con Herminia Jensezian, directora del teatro Tadrón y posteriormente Carolina Karagueuzian, señaló que las películas relacionadas con Armenia «son materiales que dan cuenta de las consecuencias actuales de este genocidio que aún hoy, después de casi un siglo, permanece impune y continuamente negado por su responsable, el Estado turco y, en los últimos años, con el apoyo de su socio estratégico, Azerbaiyán».
A su vez, vinculando la Causa Armenia y el cine, recordó que “existió una temprana película realizada en el año 1919 dirigida por el cineasta norteamericano Oscar Apfel que se llamó Armenia Arrasada. Una película perteneciente al cine mudo que recuperó el relato testimonial de Arshaluys (Aurora Mardiganian) una joven sobreviviente del genocidio que llega escapando a Estados Unidos y que luego ella misma se convierte en una de las protagonistas de la película.”
Sobre las películas que participan del festival, señaló que «son producciones que invitan a reflexionar sobre historias que no se han contado, sobre las marcas que los genocidios y las guerras dejan para las sucesivas generaciones, sobre los discursos y las prácticas que intentan separar a los pueblos, sobre la importancia de que estos crímenes no queden impunes y ejercer la memoria para que no se repitan»,
Por su parte, Daniel Rafecas subrayó que «el trabajo que realizan los cineastas y documentalistas en torno a los derechos humanos precede al trabajo de la justicia y de los partidos políticos. Ellos son los que van abriendo el camino en la sociedad respecto a tabúes y cuestiones silenciadas».
«El conocimiento que nos da la historia y el cine permite entender cómo empiezan los genocidios. No son las ideas de un loco: son planificados en todos sus detalles y llevados a cabo minuciosamente. Pero podemos conocer lo primero, los estereotipos de las víctimas y del victimario», indicó Vera Jarach. «Es importante recordar en este festival, que tiene como foco el Genocidio Armenio, que ese genocidio quedó totalmente impune. En el caso de la Shoá Hubo juicios, pero también hubo negacionismo.» agregó, y señaló la excepcionalidad del caso argentino.
A su vez, Estela de Carlotto manifestó: «El arte al servicio de los derechos humanos es lo más hermoso porque llega a los corazones, es el desprendimiento de los que lo hacen hacia toda la población.Cuando uno habla de la violación a los derechos humanos durante la dictadura cívico militar, antes decían ‘a mí no me tocó’. Hoy nadie ignora que esta dictadura nos tocó a todos, ya sea de una manera directa con la desaparición de un familiar, un hijo, una hija, un nieto, un hermano, un amigo, un vecino, y si no es así le quitó a nuestro pueblo la economía, el valor, los hizo tener miedo, clausuró la voluntad de luchar contra ese monstruo y también desapareció la cultura al perseguir, por ejemplo, a aquellos que hacían cine contestatario».
«Tenemos justicia, imperfecta pero tenemos justicia. Tenemos centenares de genocidas juzgados y condenados a cadena perpetua, tenemos otros centenares para condenar.Tenemos transformado cada centro clandestino de detención en un lugar de memoria, no una memoria melancólica, triste y nostálgica sino de alegría de vivir, que era la alegría que tenían nuestros hijos en su militancia. Se enseña a los jóvenes que ahí se aprende a defender la vida no olvidando», finalizó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Luego, agradeció a Julio Santucho, presidente del Instituto Multimedia DerHumALC, porque el festival «va a alimentar nuestro compromiso» y entregó un premio a Fabián Salvioli, presidente del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
El cierre, a cargo de Roque Herrera y Ximena Manzi, y de Peteco Carabajal, concluyó lo que fue una emotiva ceremonia de apertura de refleja y a la vez proyecta todos los aspectos y actores involucrados en el cruce del cine y Derechos Humanos que actualiza y profundiza en cada una de sus ediciones.