El 16 de noviembre se presentó una resolución en la Asamblea Nacional de Francia para reconocer a la República de Artsaj “con el fin de establecer una paz duradera”. El proyecto, presentado Pierre Dharreville, fue firmado por 35 diputados de distintos partidos. La propuesta de resolución Nº 3548 busca reafirmar la necesidad de que Francia reconozca a la República de Artsaj como una forma de constribuir a la paz en la región.
“Observando el fuerte deseo de la diplomacia francesa de buscar, desde 1994, una solución negociada al conflicto de Nagorno Karabaj, en el marco del Grupo de Minsk, que copreside junto a Rusia y Estados Unidos; tomando nota de la guerra de cuatro días del 2 al 6 de abril de 2016 en Nagorno Karabaj, y la extensión del conflicto al territorio soberano de la República de Armenia en julio de 2020; tomando nota de la sentencia del 26 de mayo de 2020 del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y Libertades Fundamentales que atestigua implacablemente la imposibilidad de las poblaciones armenias de vivir libremente en Azerbaiyán; tomando nota de la guerra entre el 27 de septiembre de 2020 y el 9 de noviembre de 2020 en Nagorno Karabaj, liderada por una alianza de Azerbaiyán y Turquía; y observando que el acuerdo de alto el fuego celebrado por Armenia, Azerbaiyán, bajo la égida de Rusia el 9 de noviembre de 2020, no proporciona una solución duradera a la situación en el territorio de Artsaj”, el proyecto busca “afirmar su determinación de contribuir al esfuerzo por la paz en el Cáucaso Meridional” y “afirma la necesidad de que la República Francesa actúe dentro de los organismos internacionales para que se pueda establecer una solución de paz duradera con las distintas partes en las que se puede reconocer a la República de Artsaj”.
Entre los fundamentos, la resolución afirma que el acuerdo tripartito por el fin de la guerra “de ninguna manera resuelve el problema de Nagorno Karabaj” y “se firmó sin tener en cuenta al Grupo de Minsk”. “Más allá de las disputas sobre sus fronteras, el estado de Artsaj / Nagorno Karabaj no es objeto de acuerdo. Esto genera temores de que el conflicto en la región vuelva a encenderse en el futuro”, explica el proyecto.
“Sin embargo, desde 1991, la población de Artsaj ha declarado su autonomía y ha manifestado su deseo de vivir libre y en paz mediante dos referendos democráticos en 1991 y luego en 2017. A partir de ahí, y teniendo en cuenta una larguísima historia marcada por dramas y tensiones, existen procesos de reconocimiento desde el punto de vista del derecho internacional, ya utilizados en otros casos. Francia ocupa un lugar decisivo en las instituciones internacionales, en particular al copresidir el Grupo de Minsk. Debe aprovecharlo y presionar por una paz duradera y nuevas relaciones. La comunidad internacional y sus instituciones deben movilizarse para establecer rápidamente un diálogo libre de las limitaciones del equilibrio de poder militar a fin de definir finalmente un marco del derecho internacional para la República de Artsaj, de modo que sus poblaciones escapen de este deseo de dominación y ya no vivan bajo amenaza. Los acontecimientos recientes han demostrado la urgente necesidad de esto”.