El sábado 30 de noviembre el Dr. Baltasar Garzón dictó la conferencia titulada “Genocidios, negacionismo e impunidad. De la misma participaron también Pedro Mouratian, Interventor del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y el Dr. Khatchik Der Ghougassian, presidente del Consejo Nacional Armenio de Sudamérica. La actividad, organizada por el CNA, se realizó en la Asociación Cultural Armenia y contó con el auspicio del espacio Komunidades.
Pedro Mouratian inició la conferencia planteando el paralelo entre la lucha por el reconocimiento del Genocidio Armenio y los juicios a los responsables de la última dictadura militar argentina: “El proceso que vive nuestro país respecto a la memoria, la verdad y la justicia, y al enjuiciamiento a los responsables de la última dictadura militar, de alguna manera nos hace creer que es posible que podamos tener el reconocimiento de los responsables del genocidio que se cometió contra el pueblo armenio”.
“Es muy difícil para quienes, durante casi cien años, todavía seguimos buscando justicia en el reconocimiento por parte del Estado turco del genocidio contra el pueblo armenio, creer que la justicia puede llegar. Pero lo cierto es que llega, a veces tarde, a veces a destiempo, pero llega”, agregó Mouratian.
Para Khatchik Der Ghougassian, el destacado jurista “nos hace creer que tarde, pero seguro, la justicia llega para quienes creen en los valores y en un futuro mejor para la humanidad”, mientras que sus ideas sirven “para poder enseñarle al mundo la singularidad de un genocidio que fue olvidado por cien años y hasta hoy hace temblar a una potencia regional, a tal punto que sigue con una política negacionista”. Por último, invitó al Dr. Garzón a visitar Armenia en 2015, año en el que se conmemorará el centenario del genocidio armenio perpetrado por el Estado turco.
El Dr. Baltasar Garzón inició su conferencia anunciando que aceptaría la invitación a viajar a la República de Armenia para el Centenario, lo que fue recibido con mucha efusividad por parte del auditorio colmado.El jurista sostuvo que “es muy preocupante que la figura del negacionismo esté apareciendo de nuevo. Son más conocidos los hechos que se refieren al Holocausto, pero no son menores los del Genocidio Armenio”. En este sentido, sostuvo que “hay hitos del negacionismo que están fuera de toda duda. Creo que no debemos emplear demasiado tiempo en justificar la existencia de esos hechos”. Y remarcó que hasta que una autoridad turca no lleve adelante una investigación seria o efectiva sobre el genocidio contra los armenios, el delito se sigue cometiendo, sin importar que hayan transcurrido cien años.
Garzón destacó que uno de los hechos más impactantes de su vida fue cuando el 15 de septiembre de 2010, viajó a Estambul a recibir el Premio Hrant Dink, en honor al periodista ciudadano turco de origen armenio que fue asesinado en 2007. “La Fundación creada en recuerdo de su memoria me otorgó el premio por mis posiciones sobre la defensa de la persecución por el reconocimiento universal del Genocidio Armenio. No fue menor para mí defender la existencia e impunidad del Genocidio Armenio precisamente en Turquía. La delegación diplomática española me sugirió que me abstuviera de hacer una crítica excesivamente dura por si peligraba mi seguridad. Pero bajo ningún concepto pude renunciar o dar un discurso diferente al que desde hace mucho tiempo venía y sigo manteniendo”, narró.
Posteriormente, trazó un paralelo entre los crímenes del franquismo en España y el Genocidio Armenio, resaltando que en España se tomó la decisión de “mirar hacia delante”, no como Turquía que negó los delitos, sino que se resolvió que “sería más moderno mirar hacia delante, hacia Europa, sin mirar hacia atrás”. En este sentido, Garzón evocó una frase de Salvador de Madariaga, historiador español: “Aquellos que olvidan la trascendencia de los hechos, más en su miseria que en su grandeza, están condenados a repetirlos”.
En relación a su experiencia en la investigación de los crímenes de las dictaduras de Argentina y de Chile, Garzón expresó que “lo que se percibía en las víctimas cuando daban su testimonio, era que el solo hecho de estar ante un juez que le preguntaba por los hechos sucedidos, no para que se los contara y lo acompañara en su dolor, sino porque iba a hacer un juicio de valor jurídico penal, era ya reparatorio. ‘Por primera vez un juez nos está escuchando’, decían”.
Al hablar sobre las reparaciones y compensaciones sobre estos crímenes, Garzón indicó que todavía hay algunos países que no reconocen el Genocidio Armenio. “Por ejemplo, Israel. El pueblo judío sufrió el mayor genocidio de la historia. Y además, dicen que no lo reconocen por su buena relación con Turquía. No ocultan la razón. Se impone el pragmatismo. Ese pragmatismo es otro de los enemigos absolutos de las víctimas”. En Francia, “la Asamblea Nacional llegó a tipificar como delito la negación del Genocidio Armenio. Por fin un país establecía el mismo precepto que respecto de la negación de la Shoá. Eso fue un éxito importantísimo, el Consejo de Estado lo declaró inconstitucional. No fue el caso de Suiza, donde sí es delito y constituye una discriminación contra las personas la negativa de la existencia del Genocidio Armenio”.