La obra explora las complejas causas que desembocaron en la consumación dela Shoá. Esuna indagación de las etapas que llevaron al quiebre de la utopía del proceso civilizatorio hasta llegar a Auschwitz con el análisis necesario de la experiencia del genocidio de los armenios.
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Primeramente hizo uso de la palabra el presidente del Consejo Nacional Armeniode Sudamérica, Dr. Khatchik DerGhougassian quien expresó que el estudio de los hechos ocurridos en el Siglo XX tiene que arrojar más luz y servir para evitar la repetición de nuevos crímenes. El estudio de la Shoah en las universidades europeas y americanas abrió nuevas perspectivas para el conocimiento
del Genocidio Armenio. Los primeros pasos fueron difíciles ya que dominaba la idea de la unicidad del holocausto. Luego, manifestó que el libro del Dr. Daniel Rafecas viene a cumplir un rol importante, trayendo algo nuevo. Para los armenios, el capítulo referido a la “solución final” es muy importante: la idea de Hitler de deportar a los judíos hacia Siberia, como hizo Turquía desterrando los armenios hacia los desiertos de Siria. La derrota de los nazis en el frente soviético fue lo que impidió realizar ese plan genocida, y se debió recurrir a los campos de concentración. El destino de los desiertos sirios fue reemplazado por las heladas estepas de Siberia. Turquía realizó su plan de exterminio y Hitler quiso seguir esos pasos. Los oficiales alemanes que actuaron junto a los turcos en el genocidio transmitieron esa experiencia enla Segunda Guerra Mundial.
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Luego, expuso Horacio Verbitsky, presidente del Consejo de Estudios Sociales y Legales dijo que el asesinato masivo de la población judía europea durantela Segunda Guerra Mundial se inspiró en 
el genocidio del pueblo armenio que comenzó al promediarla Primera Guerra Mundial. A su vez, la política de concentración y exterminio del nazismo tuvo un reflejo sudamericano a partir de 1976, en lo que los militares argentinos considerabanla Tercera Guerra Mundial. El Holocausto se llevó a cabo mediante un encuadre jurídico y en forma gradual, lo que venció las resistencias y facilitó la subordinación de la sociedad y del aparato estatal, incluyendo las Fuerzas Armadas alemanas. El primer campo de concentración, Dachau, se inauguró en 1933, en cuanto Hitler fue electo, para alojar a cuadros de los partidos comunista y socialdemócrata.
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Por último, el Dr. Daniel Rafecas explicó que a una de las conclusiones a las que llegó luego de las sentencias en las que trabajó en los últimos diez años, es que si la justicia en Turquía, en Europa o en la comunidad internacional se hubiera propuesto, si hubiera habido juicio y castigo a todos los responsables del genocidio de los armenios la Shoah no hubiera tenido lugar. No lo dijo solamente por la cercanía temporal que hubo entre ambos genocidios. Tampoco por la complicidad de los países del eje con el régimen de los Jóvenes Turcos, perpetradores del genocidio de los armenios. Lo dijo por haber conocido la mirada de los burócratas y de los jerarcas nazis.
Hay una larga lista de coincidencias que se encargó de mencionar en el libro. Quiere poner en su exacta dimensión esta relación. Tal vez sea un aporte difícil a la historiografía de la Shoah, que abre la puerta a la historiografía comparada entre ambos genocidios. En el día de hoy persiste una política de cerrar el genocidio de los judíos respecto de otros crímenes masivos posteriores o anteriores. Veo que en el escenario internacional existe una madurez para derribar estos prejuicios y multiplicar estas comparaciones tanto con el genocidio de los armenios como con los crímenes que tuvimos en la Argentina, de lo cual el panel ha sido un ejemplo.