El 19 de enero de 2007 Hrant Dink se convirtió en la víctima número 1.500.001 del Genocidio turco contra el pueblo armenio. El periodista armenio y ciudadano turco Hrant Dink de 53 años y padre de tres hijos fue asesinado a tiros cuando salía de su periódico AGOS, semanario bilingüe turco-armenio.
No es de extrañar que este crimen contra la libertad de expresión haya sucedido en Turquía, “la mayor prisión para periodistas del mundo”, denuncia efectuada el pasado mes por la ONG Reporteros Sin Fronteras.
Hrant Dink, en su última editorial escribió: “mi única arma es la sinceridad…debo confesar que he perdido totalmente mi confianza en el concepto de ley y en el sistema jurídico de Turquía”. Se refería al intencionalmente ambiguo artículo 301 del Código Penal Turco por el cual había sido encarcelado en repetidas oportunidades. En su Declaración del 01/12/2005, Amnistía Internacional sostiene que “el art. 301 amenaza directamente la libertad de expresión consagrada en el art. 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en el art. 10 del Convenio Europeo para la protección de los DDHH y de las Libertades Fundamentales”.
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¿Por qué perseguir tanto a un simple periodista? ¿Qué intereses tan delicados están en juego? La respuesta –tomada del Código Penal Turco- por su “agravio público a la identidad nacional turca o a la República de Turquía”. Hrant Dink practicó un periodismo crítico denunciando el Genocidio perpetrado por el Estado turco contra el pueblo armenio a partir de 1915 usando esa palabra prohibida en Turquía: Genocidio. El negacionismo instalado como política de Estado por el continuador del Genocidio iniciado por los Jóvenes Turcos, Mustafá Kemal, sigue vigente en Turquía y publicar sobre el tema provoca represalias oficiales y no oficiales.
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El asesinato de Hrant Dink (19/01/2007); las amenazas del actual Primer Ministro Recep Tayip Erdogan de (volver a) deportar a los armenios de Turquía (16/3/2010); el asesinato de un joven de origen armenio que servía en el ejército turco por parte de sus compañeros, el día del 96° aniversario del Genocidio Armenio (24/4/11); y más recientemente el asesinato a puñaladas de una mujer armenia de 84 años, a la que su(s) asesino(s) le tallaron/talló una cruz en el pecho (29/12/12).Ninguno de estos hechos puede ser considerado un accidente o fatalidad.
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Hrant Dink es la voz de una nación que quiere revisar su historia para comprender y transformar su presente. Es la voz de un pueblo –el armenio- que busca justicia y reparación para acabar con la actual relación de dominación, desigualdad y sometimiento imperante en la región. Es la voz de la humanidad que cree que un mundo más justo e igualitario es posible y, fundamentalmente, necesario.
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En el sexto aniversario de su asesinato, cuando el coraje y la sagrada misión de informar de un periodista digno es respondido con fuego criminal, el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica quiere rendirle honor a su memoria y recordarle al mundo que mientras Turquía no asuma las responsabilidades derivadas del delito de genocidio cometido contra los armenios, seguirá siendo un Estado genocida, negacionista y usurpador del patrimonio que legítimamente le pertenece al pueblo armenio.
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Video Homenaje a Hrant Dink: http://www.youtube.com/watch?v=gbDTRUalK6Q