La Federación Internacional para los Derechos Humanos (FIDH) condena a Azerbaiyán.

La FIDH informó sobre la situación actual de 4 activistas de la oposición que “recibieron penas de un año y medio a tres años de prisión por la participación, el 2 de abril de 2011, de una manifestación a favor de la reforma [de la Constitución]. Estas sentencias siguieron a cuatro sanciones similares la semana anterior, con lo que el número total de activistas de la oposición encarcelados por participar en manifestaciones pací­ficas en contra del gobierno fueron 13”.

 

En mayo de 2011, la Unión Europea expresó su preocupación por el empeoramiento de la situación de los derechos humanos en Azerbaiyán, y deploró la práctica de la intimidación, la detención, persecución y condena de activistas polí­ticos “en cargos criminales”.

 

Las condiciones de detención son también motivo de preocupación, especialmente en las comisarí­as. Eventualmente, los defensores de los derechos humanos reciben informes de tortura bajo custodia, como en el caso reciente de Turac Zeynalov, detenido por espionaje el 29 de agosto de 2011 y hallado muerto al dí­a siguiente.

 

Azerbaiyán también sufre de corrupción. El ex ministro de Salud, Ali Insanov, que fue detenido en 2005, se habí­a apropiado indebidamente de 2.5 billones de dólares. Sin embargo, la campaña contra corrupción que se inició en febrero de 2011 no se dirige a los mayores funcionarios corruptos. “Ante la ausencia de voluntad polí­tica para acabar con la corrupción y para comenzar el diálogo entre el oficialismo y la oposición, de elecciones libres y reformas democráticas, la represión polí­tica es la realidad cotidiana de Azerbaiyán”, comentó Eldar Zeynalov, Director del Centro de Derechos Humanos de Azerbaiyán.

 

La FIDH y el Centro de Derechos Humanos de Azerbaiyán piden:

-La liberación inmediata e incondicional de todos los activistas de la oposición y periodistas independientes encarcelados tras las protestas callejeras pací­ficas;

-La reincorporación de todos los abogados que han sido inhabilitados para la defensa de los opositores al régimen, y

-El cese de los procesos infundados e injustificados contra las voces crí­ticas.

 

Fuente: http://fidh.org/Political-Repression-must-stop