Tras un escándalo, retiran la escultura del ex presidente de Azerbaiyán de un parque de la Ciudad de México inaugurada en agosto de 2012.
Luego de un fuerte rechazo de distintos sectores de la sociedad civil mexicana y de las comunidades armenias de México y de la región por la colocación de un monumento homenajeando a un político corrupto y autoritario que gobernó Azerbaiyán durante más de 30 años, las autoridades del Distrito Federal dieron marcha atrás en su decisión luego de haberla inaugurado.
El gobierno de Azerbaiyán había aportado cinco millones de dólares para la remodelación del Parque de la Amistad en el Bosque de Chapultepec. Reconociendo el error y la omisión por la falta de búsqueda de información sobre el personaje, el gobierno de la ciudad de México, quedo en una situación muy incómoda, ya que por compromisos asumidos con la Embajada de Azerbaiyán deberán ahora reubicar dicha estatua en algún lugar aún no confirmado.
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El Consejo Nacional Armenio de Sudamérica rechaza la reubicación del monumento del dictador azerí Heydar Aliev en cualquier otro lugar de la ciudad de México, y expresa su preocupación al observar como el gobierno de una ciudad tan importante como el Distrito Federal ha quedado sin la potestad de poder decidir por la negativa definitiva de la colocación de esta absurda estatua, cediendo ante un compromiso económico que le impone reubicarlo.
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En este sentido se alerta a las autoridades de las ciudades latinoamericanas y a todas las organizaciones de Derechos Humanos, sobre la implementación de esta tramposa modalidad que la República de Azerbaiyán y sus diplomáticos ofrecen con cuantiosos beneficios en metálico, como un medio para estrechar lazos de amistad y transforman la impericia de los funcionarios en una encerrona, como el caso mexicano, donde aparecen en tierras latinoamericanas monumentos sobre personajes que profesaron y accionaron durante sus vidas en contra de la libertad y de la democracia.
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Esta estrategia es también implementada desde algunos años por la República de Turquía, como en el intento de emplazar el busto del genocida Mustafá Kemal en la Ciudad de Buenos Aires a mediados del 2010, en el marco de la visita del primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan a la República Argentina. En esa oportunidad, sin autorización del gobierno de la Ciudad, se pretendía reemplazar el busto de un prócer egipcio por el de Mustafá Kemal, continuador del Genocidio contra los armenios y griegos; instaurador de la política de negación de tales crímenes y responsable de la apropiación de miles de huérfanos y mujeres armenias. Cabe recordar que tras el accionar conjunto de la comunidad armenia de Buenos Aires, y el apoyo recibido por sectores de la sociedad civil argentina comprometidos con la observancia de los Derechos Humanos, el busto de Mustafá Kemal no fue emplazado y las verdaderas intenciones del viaje del Primer Ministro quedaron desenmascaradas con la sorpresiva suspensión de dicha visita oficial.
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Estos episodios evidencian un objetivo común de Azerbaiyán y Turquía, la tergiversación de la verdad histórica, y el maquillaje de su presente, a fin de proyectar una supuesta imagen de “modernidad” y “progreso” a occidente.
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Corresponde a las autoridades y a la ciudadanía un profundo análisis de estas cuestiones, para que los espacios públicos de nuestras ciudades celebren la democracia y la tolerancia, y no se constituyan en espacios para la distorsión histórica, ofrecidos al mejor postor.
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http://noticias.terra.com.ar/internacionales/la-estatua-de-heydar-aliev-espera-su-nuevo-destino-en-bodega-en-mexico,42e06dd43c17c310VgnCLD2000000ec6eb0aRCRD.html
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http://www.eluniversal.com.mx/notas/898470.html