La visita del primer ministro de Turquía Recep Erdogan a la Ciudad de Buenos Aires fue una oportunidad para que amplios sectores de la comunidad armenia de la Argentina y de la sociedad en general denunciaran las violaciones sistemáticas a los derechos humanos que comete el gobierno de ese país. Oportunamente, desde el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica habíamos denunciado, por ejemplo, las declaraciones armenófobas de este mandatario, los asesinatos y detenciones de periodistas, el opresivo código penal y su aplicación discrecional, el negacionismo frente al genocidio contra los armenios, la ilegalización de partidos políticos, en especial integrados por kurdos, la protección de los grupos ultranacionalistas turcos y otros atropellos cometidos por el gobierno de Turquía. Lamentablemente, es habitual encontrarse con este tipo de información, ya que como puede apreciarse en los informes de Amnistía Internacional las violaciones a los derechos humanos se profundizan en prácticamente todos los aspectos.
En esta ocasión, la visita de Erdogan se enmarcó en la sesión 125° del Comité Olímpico Internacional, que definió la sede para los Juegos Olímpicos 2020. Finalmente, la ciudad de Tokio resultó ganadora. Desde el CNA expresamos una profunda satisfacción por la posibilidad de visibilizar a la opinión pública las violaciones sistemáticas de Turquía a los derechos humanos. La presencia de la prensa internacional permitió amplificar el reclamo. Éste no se limitaba a protestar por la elección de Estambul como sede, sino que ante el intento del gobierno de Turquía de maquillar su imagen, la respuesta fue evidenciar enérgicamente el mecanismo. Es que para los argentinos y las argentinas es imposible olvidar la página más negra de nuestra historia. La posibilidad de organizar un evento deportivo de escala mundial, como sucedió con la dictadura cívico militar en el Mundial ´78, sólo puede servir como una ratificación para un gobierno de que tiene el aval internacional para profundizar sus políticas nefastas.
A pesar de los intentos de encubrir la posibilidad de su eliminación por los problemas internos, los mandatarios turcos no pudieron evitar poner en evidencia esta relación. Egemen Bagis, ministro turco de asuntos europeos, sostuvo antes de la decisión del COI: «A los que causaron el caos en Taksim, si pierde Estambul será su culpa». Una vez más, el victimario pelea por ocupar simbólicamente el lugar de las víctimas. Luego de conocerse la derrota, Erdogan afirmó que, «De alguna forma, están cortando los lazos con el mundo islámico formado por 1.500 millones de personas». El Estado turco, que apoya abiertamente la intervención militar en la República Árabe Siria, se arroga la representación del mundo islámico.
El COI conoce la situación de Turquía frente a estas problemáticas. En julio de este año, expulsó a Riza Kayaalp, luchador y abanderado turco de los Juegos del Mediterráneo realizados en ese país debido a sus comentarios en Twitter. Kayaalp caracterizó a los manifestantes del Parque Gezi como “perros armenios y griegos”. Al mismo tiempo, el Primer Ministro turco conoce cuál es la posición de la comunidad armenia de la Argentina frente a sus políticas. En el año 2010 estaba previsto que realizara una visita oficial al país y la inauguración de un busto de Mustafá Kemal Atatürk en la Ciudad de Buenos Aires. En esa ocasión, la comunidad armenia con su reclamo impidió el emplazamiento de este homenaje a un genocida. Ante el fallido intento, el Primer Ministro canceló su visita.
A través de espectáculos internacionales, de monumentos, de visitas protocolares y de otros procedimientos, gobiernos que no respetan los derechos humanos, que persiguen a los disidentes y a las minorías y que promueven el odio contra ellos, intentan mostrarle al mundo una realidad que les permita continuar con ese tipo de políticas al interior de sus países. Por eso desde el CNA sostenemos que quienes luchamos contra el negacionismo, por la verdad y la justicia, debemos permanentemente recordarle a la comunidad internacional que no solamente tenemos memoria sobre lo ocurrido con el pueblo armenio entre 1915 y 1923, y exigimos justicia y reparación por parte del negacionista Estado turco, sino que también combatimos en el presente contra todas las violaciones que comete contra sus ciudadanos, las minorías y los países vecinos.
Consejo Nacional Armenio de Sudamérica
10 de septiembre de 2013