Expertos de la ONU ya habían alertado de la presencia de mercenarios, en su mayoría sirios, en el frente de ataque. Según afirmaron, aunque mayormente se les prometió ganancias económicas, a varios se les aseguró que obtendrían compensaciones y nacionalidad turca para sus familias en caso de que murieran.
Los informes indicaron además que Turquía participó del reclutamiento y traslado de los hombres a Azerbaiyán, varios vinculados al Ejército Nacional Sirio, la organización paramilitar apoyada por Ankara.
“El supuesto papel de Turquía es aún más preocupante dadas las acusaciones similares abordadas a principios de este año por el Grupo de Trabajo en relación con su papel en el reclutamiento, despliegue y financiación de estos combatientes para que participen en el conflicto en Libia”, detalló Chris Kwaja, miembro del grupo de investigadores.
Desde el grupo manifestaron a su vez su preocupación por los repetidos informes de ataques deliberados sobre zonas pobladas de Nagorno Karabaj, alrededores y otras zonas alejadas.
“En este contexto, es aún más preocupante que los combatientes sirios desplegados en Azerbaiyán estén supuestamente afiliados a grupos armados que, en algunos casos, han sido acusados de crímenes de guerra y abusos contra los derechos humanos durante el conflicto en Siria”, concluye el informe.
11 de noviembre de 2020
Fuente: Diario Armenia