La Federación Revolucionaria Armenia ha señalado regularmente los desafíos vinculados al proceso de normalización de las relaciones entre Armenia y Turquía, especialmente a partir de la participación de las actuales autoridades Armenias.
Resulta necesario señalar que desde Ankara no solo no renunciaron a sus tres conocidas precondiciones para la normalización de las relaciones con Armenia (renunciar al reclamo internacional por el reconocimiento del genocidio, subordinar Artsaj a Azerbaiyán, y el reconocimiento de las actuales fronteras con Turquía), sino que agregaron una cuarta: la creación del llamado “Corredor de Zanguezur”. Es más, las declaraciones de las más altas autoridades Turcas respecto a coordinar el proceso de normalización de las relaciones Turco-Armenias con Azerbaiyán prueba que no estamos ante una interacción interestatal, sino que hay terceros involucrados, forzando a Armenia a negociar contra un tándem hostil.
Este proceso de normalización resulta extremadamente peligroso desde su inicio. Es llevado adelante en un contexto de seguridad y política internacional en el que Armenia carece de la capacidad de defender los intereses vitales de su población.
Resulta evidente que en las actuales condiciones el proceso de normalización de las relaciones entre Armenia y Turquía está cargado con numerosos desafíos, de carácter geopolítico, de seguridad, económicos y culturales, que llevaran inevitablemente a peligrosas consecuencias y perdida de soberanía.
Estas preocupaciones se profundizan a partir de la conducta irresponsable de las autoridades armenias. La elección de un enviado especial sugiere que Armenia se encuentra participando en un proceso pre digitado, para el que no resulta necesario un diplomático profesional que asegure un resultado que contemple los intereses armenios.
Ante esta situación el Buro de la FRA demanda de las autoridades de la República de Armenia.
1. Revelar inmediatamente las directrices del proceso de normalización entre Armenia y Turquía
2. Rechazo absoluto a las precondiciones demandadas por Turquía
3. Enfatizar que la normalización de las relaciones entre Armenia y Turquía no puede estar sujeta a vínculos con terceros.
Consideramos necesario remarcar que en el proceso de normalización de las relaciones Turco-Armenias debe ser tomada en cuenta la decisión del 12 de enero de 2010 de la Corte Constitucional de la República de Armenia. Todos los pasos en este sentido deben estar en conformidad con lo dispuesto por esta resolución y en línea con los principios consagrados en la constitución.
La normalización de las relaciones Turco-Armenias y la determinación de los derechos de nuestro pueblo no es monopolio de ningún gobierno. Las relaciones entre Armenia y Turquía solo pueden ser normalizadas con el consentimiento de nuestro pueblo alrededor del mundo, sin precondiciones turcas y respetando el derecho de generaciones.
Por lo tanto, debemos estar listos para levantarnos si las autoridades armenias intentan avanzar con una agenda impuesta por el enemigo con el objetivo de vulnerar los derechos del pueblo armenio.
No podemos olvidar las extremadamente peligrosas expresiones del primer ministro armenio con relación a Artsaj, que ponen en cuestión su soberanía, integridad territorial y su legítimo derecho al reconocimiento internacional como republica independiente.
Reafirmamos que cualquier acuerdo, oral o escrito, emanado de las autoridades armenias que viola las leyes elementales de la República de Artsaj, o deslegitima los reclamos del pueblo y la República de Armenia sobre Turquia es nulo y carente de efecto desde su concepción.
Buro de la FRA
27 de diciembre, 2021