Un genocidio cultural que aún continúa

«Los turcos han pasado por aquí­» Victor Hugocultural-genocide-large.jpg


Durante el siglo XIX se produjo en Armenia turca el renacimiento cultural y polí­tico; pero este coincidió con una serie impresionante de persecuciones y masacres (1850, 1862, 1877, 1878, 1895, 1896), que se extendieron hasta principios de siglo XX (1909) y culminaron en el genocidio de los Jóvenes Trucos.

La paulatina eliminación fí­sica del pueblo armenio fue acompañada sistemáticamente por la destrucción de obras de arte, iglesias, monumentos arquitectónicos antiguos…

Sin embargo, los años 1915, 1916 y 1917 registraron una deliberada voluntad de exterminio de toda expresión del arte armenio, tan valioso para el patrimonio cultural de la humanidad.

Esta región geográfica tan desbastada ofrecí­a, a principios de siglo, el espectáculo de millares de monumentos históricos en un estado de conservación que maravillaba a los especialistas.

Inventario de los monumentos históricos armenios antes del genocidio

210 conventos, más de la mitad en muy buen estado, cumpliendo el rol de museos, centros culturales y artí­sticos.

700 iglesias monásticas.

1.639 iglesias parroquiales.

Hay que agregar a estas estadí­sticas numerosos monasterios, capillas, iglesias, castillos… abandonados, que sin embargo representaban un alto interés artí­stico y arqueológico.

Esta estadí­stica no incluye la región de Kars, con los innumerables monumentos de Ani, Kars, Jetsgonk, Tekor, Mren…

La masacre de los monumentos

Antes del genocidio:

200 conventos armenios fueron destruidos por Turquí­a entre 1880 y 1915. Centenares de iglesias parroquiales fueron completamente arrasadas o incendiadas; otras fueron transformadas en mezquitas.

Durante el genocidio:

1.036 iglesias y monasterios apostólicos armenios fueron completamente destruidos. 619 otros edificios fueron destruidos a medias. Debemos agregar a esta devastación centenares, millares de reliquias, manuscritos antiguos, esculturales…

Después del genocidio:

Los monumentos restantes mejor conservados fueron transformados en depósitos municipales, granjas o mezquitas.

Está comprobado que aún hoy la destrucción de los últimos vestigios de la civilización armenia es una realidad inscripta dentro del marco de una polí­tica bien definida.

En los últimos años, centenares de conventos e iglesias han sido prácticamente demolidos (bombardeos, dinamita…).

A menudo, el trazado de las rutas se proyecta de manera de pasar por sobre las construcciones arqueológicas armenias con el objeto de justificar su destrucción.

Los monumentos son regularmente despojados de sus piedras talladas, de sus bajorrelieves… que sirven para la construcción de viviendas turcas o kurdas.

Los monumentos de Aní­, la capital del reino armenio medieval, la “ciudad de las mil y una iglesias”, aún no completamente destruidos, son condenados al abandono sin ningún tipo de restauración.

En la Armenia turca ya no queda más que el convento armenio de Aghtamar (lago de Van) con algún tipo de protección, aunque por supuesto nunca ha sido restaurado.

El futuro

Cada dí­a que pasa se cierra aún más el cerco en torno de los vestigios de la civilización armenia.

En 1972, aún se permití­a pasear libremente y fotografiar Aní­; pero en la actualidad, la visita dura unos pocos minutos, y además se prohibe terminantemente llevar aparatos fotográficos.

Algunos monumentos son mantenidos fuera de este circuito, y algún dí­a correrá la misma suerte la totalidad de la ex capital bagrátida.

Es inadmisible que organismos internacionales que se proclaman defensores del arte y la cultura, como la UNESCO, no hayan tomado ninguna iniciativa en favor de la salvaguarda, la consolidación y el estudio sistemático de los monumentos armenios en los territorios usurpados por Turquí­a.

Es valor entendido en nuestros dí­as que cuando los testimonios de una cultura alcanzan una categorí­a que por sus cualidades y valores espirituales merecen ser conservados, no puede ser sino la humanidad la receptora de esos tesoros, ya sean las ruinas de un templo, una tabla de inscripciones o aun mosaicos y tapices e incunables.

Fuente:Edición Especial Diario Armenia 90° Aniversario del Genocidio Armenio