Se cumple un nuevo aniversario de comenzada la última dictadura militar; se cumple otro aniversario de comenzado uno de los mayores horrores de la historia argentina.
Para muchos, el 24 de marzo se convertiría en una fecha de reflexión. Para unos pocos y pocas se convertiría en mucho más que eso. Estos “locos y locasâ€, que no se creyeron el tristemente célebre “no te metasâ€, entenderían al 24 de marzo como la conjugación de dos luchas por la justicia en nuestro país: la de 30.000 desaparecidos y, ahora, la de ellos mismos. Al pasar los años, estos pocos y pocas lograron ser muchos y muchas: hoy en día, un país entero que clama por justicia.
Estos principios atraviesan generaciones y generación de argentinos que batallaron por sus derechos: al sufragio, a la libertad de expresión, a la dignidad en el trabajo, a una justa redistribución de la riqueza, a la vida, etc.
A pesar de haber pasado por oscuras y trágicas épocas, la República Argentina ha asumido sus responsabilidades y demuestra día a día su compromiso histórico por el efectivo respeto de los derechos del hombre.
Como herederos de un pueblo que ha sabido del dolor del Genocidio y el destierro, compartimos esta lucha por mantener la memoria colectiva, la búsqueda de la verdad, bregando por la vigencia plena de los derechos humanos y las instituciones republicanas.
Por ello, el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica manifiesta su determinación en seguir transitando este camino por la memoria, la verdad y la justicia: juicio y castigo a los responsables cívicos y militares de los 30.000 desaparecidos, aparición con vida de Jorge Julio López, restitución de los cientos de niños apropiados.
Para muchos, el 24 de marzo se convertiría en una fecha de reflexión. Para unos pocos y pocas se convertiría en mucho más que eso. Estos “locos y locasâ€, que no se creyeron el tristemente célebre “no te metasâ€, entenderían al 24 de marzo como la conjugación de dos luchas por la justicia en nuestro país: la de 30.000 desaparecidos y, ahora, la de ellos mismos. Al pasar los años, estos pocos y pocas lograron ser muchos y muchas: hoy en día, un país entero que clama por justicia.
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Estos principios atraviesan generaciones y generación de argentinos que batallaron por sus derechos: al sufragio, a la libertad de expresión, a la dignidad en el trabajo, a una justa redistribución de la riqueza, a la vida, etc.
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A pesar de haber pasado por oscuras y trágicas épocas, la República Argentina ha asumido sus responsabilidades y demuestra día a día su compromiso histórico por el efectivo respeto de los derechos del hombre.
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Como herederos de un pueblo que ha sabido del dolor del Genocidio y el destierro, compartimos esta lucha por mantener la memoria colectiva, la búsqueda de la verdad, bregando por la vigencia plena de los derechos humanos y las instituciones republicanas.
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Por ello, el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica manifiesta su determinación en seguir transitando este camino por la memoria, la verdad y la justicia: juicio y castigo a los responsables cívicos y militares de los 30.000 desaparecidos, aparición con vida de Jorge Julio López, restitución de los cientos de niños apropiados.