Comunicado por el 25° aniversario de la declaración de la independencia de Nagorno Karabagh

“Los diputados nacionales de Nagorno Karabagh y de la región de Shahumián, manifestando la voluntad del pueblo, su aspiración a la libertad, a la igualdad y a la buena vecindad; garantizando la seguridad de la población, independientemente de su pertenencia histórica y religiosa; actuando en favor de sus intereses políticos y socio-económicos; considerando la voluntad del pueblo armenio de unirse como una actitud lógica y realista, de acuerdo a las normas de derecho internacional, resuelven: aceptar la resolución sobre la declaración de la creación de la República de Nagorno Karabagh (RNK), en los actuales límites de la Región Autónoma de Nagorno Karabagh (RANK) y la zona lindante de Shahumián, y designar al Consejo de Representantes Populares de la RANK y a su comité ejecutivo como cuerpo provisorio del gobierno de la República de Nagorno Karabagh, hasta la realización de las elecciones populares y la organización de la república (…)”.  

A través de esta declaración conjunta, el 2 de septiembre de 1991 la Región Autónoma (Oblast) de Nagorno Karabagh y el distrito de Shahumián proclamaban la creación de la República de Nagorno Karabagh. Este procedimiento no constituyó un hecho singular, sino que debe equipararse a lo realizado por otras quince (15) ex repúblicas soviéticas. Los acontecimientos se sucedieron en concordancia con las leyes vigentes y todos los principios aplicables del derecho internacional. Siguiendo las normas, se celebró un referéndum sobre su independencia, con presencia de observadores internacionales, donde la opción por la soberanía fue abrumadora, y de forma inmediata, el 28 de diciembre, tuvieron lugar las primeras elecciones para la formación del nuevo parlamento nacional.

Nagorno Karabagh, la histórica provincia armenia de Artsaj, fue incorporada a Azerbaiyán por decisión arbitraria y autoritaria de Stalin en 1921 con el estatus de “Región Autónoma” sin la mínima consideración del derecho de autodeterminación de la población local, ni la verdad histórica. Durante toda la época soviética, las autoridades de la República Soviética Socialista de Azerbaiyán llevaron a cabo una política de desarmenización de la región con el fin de vaciarla de su población local. En 1988, aprovechando la política reformista del entonces Primer Secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, los armenios de Nagorno Karabagh usaron su derecho constitucional para la separación pacífica de la región y su reincorporación a Armenia. La reacción de Azerbaiyán fueron los pogromos de Sumgait y Bakú, y el endurecimiento de la represión que terminó escalando hacia una confrontación armada transformada en una guerra abierta luego de la disolución de la URSS en 1991. Finalmente, en 1994 se acordó un alto el fuego, medida que Azerbaiyán se encargó de violar sistemáticamente hasta el día de la fecha, desoyendo las resoluciones del Grupo de Minsk de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea, integrado por la Federación Rusa, Francia y Estados Unidos; constituido con el objeto de brindar una solución pacífica y un marco legítimo de las negociaciones entre partes.

A pesar de las amenazas y sanciones impartidas por la República de Azerbaiyán a quienes viajan a la República de Nagorno Karabagh, y de los intentos de presentarla como un mero teatro de operaciones de Armenia, Azerbaiyán tropieza cada vez más con un Estado institucionalmente fortalecido, que enfrenta desafíos propios desde posiciones soberanas; a pesar del bloqueo. Progresivamente, los gharapaghíes fueron consolidando los poderes del Estado. En 1994 el mencionado Parlamento instituyó el cargo de Presidente de la República, quien dos años después sería refrendado por el voto popular. En ambas ocasiones, participaron veedores internacionales, como lo harían en los sucesivos comicios.

Al mismo tiempo, paulatinamente, en diferentes ámbitos de otros Estados gana reconocimiento la República de Nagorno Karabagh. En Estados Unidos, la cámara de Rhode Island, la de Massachusetts, el estado de Maine, el de Luisiana, en el condado de Fresno y recientemente en el propio estado de California  (donde viven refugiados de las pogromos azerbaiyanos de 1988) han instado al Presidente y al Congreso a reconocer a la República de Nagorno Karabagh. De igual modo se expresó en Australia el Consejo de la Legislatura de Nueva Gales del Sur. A su vez, los seimas (parlamentarios unicamerales) de Lituania y diversos parlamentarios franceses han definido conformar grupos parlamentarios de amistad con sus pares de Karabagh. Sin embargo, la apuesta de Azerbaiyán a la retórica belicista y a las aventuras militaristas, extienden la situación de conflicto y afectan al desarrollo de su política exterior.

En Sudamérica, las expresiones de solidaridad para con Nagorno Karabagh, apoyo al derecho de autodeterminación de su población y condenas a la agresión azerí no faltaron desde el inicio del conflicto. Así, la Declaración de la Cámara de Representantes de la República Oriental del Uruguay del 3 de Junio de 1991, establecía una clara posición en favor del derecho de autodeterminación de los armenios de Karabagh, rechazando contundentemente la represión de la que estaba siendo víctima en ese entonces. Poco después, en 1996 la Cámara de Senadores abordó la necesaria resolución del conflicto con Azerbaiyán a partir del respeto al pronunciamiento de la población local, expresada en el referéndum realizado un lustro atrás, en el que una aplastante mayoría dio su voto en favor de la independencia de Karabagh. Asimismo, en setiembre de 2011, en ocasión del seminario Oportunidades y Desafíos de la Relación Bilateral Armenia-Uruguay, el Ministro de Relaciones Exteriores Dr. Luis Almagro abordó la cuestión durante su exposición y estableció que el gobierno uruguayo se encontraba “buscando los consensos nacionales para tomar una decisión de estado” respecto de la cuestión de Nagorno Karabagh, sosteniendo una posición favorable a la independencia de Karabagh. Ese mismo año, legisladores uruguayos compartieron un encuentro con presidente de la República de Nagorno Karabagh, Bako Sahakian, en ocasión de su visita a Uruguay. En mayo de 2012, en el marco de su visita oficial a Armenia, el canciller Dr. Luis Almagro volvería a exponer la postura del país respecto de la cuestión de Karabagh; como así también fortalecería el compromiso uruguayo con la resolución del conflicto, la participación en misión de observadores internacionales de más de veinte países de la diputada Susana Pereyra.

La clara reafirmación del compromiso de Uruguay con la paz en Nagorno Karabagh, fue la visita oficial a las Repúblicas de Armenia y Nagorno Karabagh por parte de la delegación parlamentaria multipartidaria encabezada por el presidente de la Cámara de Representantes Dr. Jorge Orrico; sumado la declaración conjunta realizada por los presidentes José Mujica y Serge Sarkisian que destaca la necesidad de una resolución pacífica mediante la mediación del Grupo de Minsk; junto a la declaración del pasado enero del 2015, en el que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay abogó por el reconocimiento internacional de la República de Nagorno Karabagh, y su derecho a la autodeterminación, reivindicando el principio de integridad territorial de Armenia, de acuerdo a las fronteras de la República de Armenia independiente entre mayo de 1918 y diciembre de 1920.

Por su parte, las declaraciones de la Cámara de Diputados de la República Argentina que apoya la incorporación de Nagorno Karabagh a la República de Armenia (1988), que condena las matanzas contra las minorías armenias por parte del gobierno de Azerbaiyán (1990), que vería con agrado que el presidente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas Mijail Gorbachov, y las autoridades de las Repúblicas Socialistas Soviéticas de Armenia y  Azerbaiyán realicen los esfuerzos necesarios para detener los actos de violencia en las regiones de Ketashen, Mardunashen y Karabagh en particular contra la población armenia de dichas regiones, y para que conjuntamente promuevan una justa solución política al problema de Karabagh, con sujeción al respeto por los derechos humanos (1991); como también las declaraciones de la Cámara de Senadores de la República Argentina, que vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional disponga ayuda humanitaria urgente para aliviar la angustiosa situación de la población de Armenia y Nagorno Karabagh, privada de las condiciones mínimas de subsistencia, que instruya al Embajador de nuestro país en la Organización de las Naciones Unidas para promover el cese de fuego en Nagorno-Karabagh, el levantamiento del bloqueo impuesto a Armenia y Nagorno Karabagh en violación del derecho internacional y de derechos humanos fundamentales y una acción diplomática preventiva que impida la extensión del conflicto en la región (1993/1995); demuestran una clara expresión de comprensión de la esencia del conflicto y de la necesidad de su resolución pacífica. Cabe señalar que a pesar de la extensa campaña diplomática anti-armenia que Azerbaiyán ha desplegado en la República Argentina para distorsionar los hechos y comprar voluntades para su futuros usos de extorsión y chantaje cuyo blanco públicamente declarado son los ciudadanos argentinos miembros de la comunidad ha fracasado en cambiar el voto argentino en las Naciones Unidas a favor de una solución negociada y pacífica del conflicto.

En cuanto al ataque armado de Azerbaiyán a la República de Nagorno Karabagh del mes de abril del año en curso, las repercusiones no se hicieron esperar. En esta oportunidad la Cámara de Diputados de Chile emitió una histórica resolución aprobada por unanimidad en la que condenó el “ataque armado de Azerbaiyán a la República de Nagorno Karabagh”. La resolución, presentada por los diputados Gustavo Hasbún Selume, Issa Kort Garriga, Denise Pascal Allende, Aldo Cornejo González y Jorge Sabag Villalobos, sienta un crucial antecedente, ya que es el primero en Sudamérica en condenar los ataques de Azerbaiyán y además en denominar a Nagorno Karabagh en su carácter de República. De esta forma, la Cámara de Diputados chilena “reafirma su compromiso con la paz e insta a la República de Azerbaiyán al cese inmediato de toda clase de actos de guerra contra la República de Nagorno Karabagh y a la estricta observancia de la tregua alcanzada por ambos países en 1994″ y “solicita al Gobierno de Chile que exhorte a las partes a circunscribir la solución del conflicto en el marco de las negociaciones desarrolladas en el Grupo de Minsk, y de esta forma evitar un estallido regional con consecuencias imprevisibles”.

A 25 años de la declaración de independencia, desde el CNA Sudamérica entendemos que la consolidación de la República de Nagorno Karabagh es un proceso irrefutable, en la medida en que a pesar de todas las dificultades ha logrado establecer no solamente mecanismos institucionales desde lo formal, sino que ha sabido comprender el rol que la voluntad popular puede tener en la construcción de un Estado. Todo aporte desde otras naciones a su reconocimiento pleno es una contribución a la paz en la región y a garantizar la seguridad de su población. Esto sólo será posible en la medida que Azerbaiyán abandone sus pretensiones de “recuperar” algo que nunca ha perdido, porque nunca le perteneció. El pueblo de la República de Nagorno Karabagh defiende y construye cotidianamente su propio destino.

 

Consejo Nacional Armenio de Sudamérica